Hoy
la historia va de un pantalón que todavía tenía guardado en algún
armario de cuando estaba en plena pubertad (y de eso ya ha llovido
varias veces…).
El pantalón, obviamente, estaba machacado, ya que;
- y
hoy en día la verdad es que desconozco cómo lo harán los y las
jóvenes -
en
esa época, si un pantalón me quedaba bien, cosa que no era nada
fácil, lo llevaba hasta reventarlo.
Así tampoco es de extrañar,
que la mochila que ha salido de ese pantalón, tampoco tenga aspecto
de nuevo, sino más bien vintage, lo cual por otro lado me encanta,
ya que me recuerda a cada paso las muchas y buenas vivencias que
tuvimos en otros tiempos...
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